Por: Dr. Rodrigo Gutiérrez
El crecimiento y aspecto del cabello puede verse afectado, es decir, puede existir una disminución de la calidad y cantidad de pelo durante embarazo y lactancia.
El cuerpo de la mujer durante el embarazo y la lactancia sufre una pérdida o reducción considerable de vitaminas, minerales y oligoelementos en pro de la nutrición del bebé. Los órganos más visiblemente afectados son la piel, pelo y uñas.
Es muy frecuente que las pacientes presenten un evento capilar fisiológico llamado efluvio telógeno, manifestándose con una caída intensa del cabello, la cual se logra resolver en tres meses aproximadamente. De prolongarse puede causar una disminución en la densidad del pelo de forma permanente.
En las uñas se manifiesta como un retardo en el crecimiento y en la piel, como una sequedad intensa, clínicamente conocida como Xerosis. Es importante visitar a un especialista, en este caso al dermatólogo, para llevar un control y tratamiento del cabello y la piel durante y después del embarazo.
Uno de los oligoelementos que se pierde en mayor cantidad durante el embarazo y la lactancia es el hierro, es por eso que generalmente se suplementa desde el inicio del embarazo, sin embargo no hay que esperar a tener anemia para indicarlo, ya que ésta es una repercusión tardía de la deficiencia del mineral. Otros elementos son biotina, zinc y ácido fólico. Se pueden obtener a través de los alimentos, pero lo usual es que se suplementen en estos eventos ya que los requerimientos son más altos de lo normal.
En realidad la cosmética del pelo (estilo de peinado, tinte, planchado, secado, entre otros) no incrementa la pérdida por caída, en caso de abuso puede crear fractura del tallo creando un efecto de falsa caída además del deterioro en su calidad por maltrato. También existe la caída por tracción, cuando los peinados, estilos o cepillados son agresivos y constantes, pero esto es independiente al embarazo.
Lo normal es perder entre 100 y hasta 150 cabellos al día. Cuando notamos disminución en la densidad capilar o una caída abundante (almohada, cepillo, baño), se recomienda asistir al dermatólogo para conocer el origen y tratamiento adecuado ya que en cuestiones capilares, entre más oportuno sea el tratamiento, mejores son los resultados.
El efluvio telógeno crónico, no está considerada una alopecia cicatrizal o definitiva. Es decir que no existe este riesgo.
Existen tratamientos médicos tópicos, sintéticos (tomados) y mecánicos para recobrar el sano crecimiento del pelo, estos deben ser indicados por un especialista. No existen remedios caseros (pastillas anticonceptivas, chile u otras sustancias) que ayuden a controlar la alopecia. En cuanto a tratamientos mecánicos y tecnología médica de última generación, en clínicas especializadas como PielClinic, se utiliza la nanotecnología aplicada o nanocapilar para reestructurar, frenar la caída de cabello e incrementar la masa capilar.
El procedimiento consta de la aplicación de activos y factores de crecimiento en la piel cabelluda mediante microcanales generados por mesoterapia directamente en la zona a tratar, es indoloro y no requiere tiempo de recuperación. Otro procedimiento es la fotomodulación con longitudes de onda rojas que estimulan y favorecen el crecimiento del cabello desde el folículo piloso, aumentando la oxigenación en la piel cabelluda.
En sí, el tratamiento capilar es integral, con ello obtenemos resultados satisfactorios en menos tiempo. También utilizamos tratamientos médicos que devuelven el brillo, estructura, cierre de puntas, entre otros efectos más visibles o cosméticos al cabello, pero a nivel especializado con resultados muy diferentes a los productos comerciales.
El pelo sano crece entre 1 y hasta 2cm cada mes, lo más importante es descartar deficiencias nutricionales y enfermedades de la piel cabelluda para asegurar el óptimo crecimiento del pelo.
Es indispensable que las pacientes eviten traumas en el tallo capilar con el abuso de secadoras, planchas, tintes, cepillados bruscos, entre otras. Algunas sustancias como la dimeticona y aceite de argán sellan la cutícula y mejoran la hidratación del tallo fortaleciéndolo.
Lo usual es que el efluvio telógeno agudo no dure más de 3 meses. Si esto se prologa se considera patológico y requiere de tratamiento médico oportuno.